Verdad y mitos sobre las inyecciones de bótox

0
876
The truth and myths about Botox injections

Las inyecciones de toxina botulínica son el procedimiento cosmético más popular (al menos en los Estados Unidos): en 2015 se realizaron 6.7 millones de procedimientos (!). Debido a esta popularidad, la terapia con bótox ha acumulado muchos mitos y rumores. ¿Qué de esto es verdad y qué es ficción? Aquí te lo explica GoBeauty Blog.

Mito 1: El bótox es un veneno, inyectarlo constantemente es peligroso.

Verdad: El bótox es, de hecho, un veneno, al igual que la mayoría de los medicamentos. Lo importante es la dosis y la correcta selección del producto. Existen varios tipos de toxina botulínica tipo A. La mayoría de ellos están certificados y registrados en Ucrania. Los cosmetólogos recomiendan elegir productos probados, como el bótox y el disport. Su composición y características son bien conocidas, y la producción, transporte y almacenamiento están bajo control. Los médicos capacitados conocen las diferencias y las particularidades de la inyección. Elige un cosmetólogo con educación médica y cualificación verificada para obtener excelentes resultados.

Mito 2: Las inyecciones de toxina botulínica convierten la cara en una máscara y hacen que todos se vean iguales.

Verdad: Si la dosis del producto es correcta y se inyecta en los puntos adecuados, tu rostro no se convertirá en una máscara y podrás expresar emociones. La habilidad del médico consiste en elegir los puntos y dosis adecuados para que las arrugas se suavicen, pero aún puedas mostrar emociones. Por eso es fundamental seleccionar con responsabilidad al especialista.

Mito 3: El bótox solo se puede inyectar después de los 30 años.

Verdad: Según las instrucciones, la toxina botulínica se puede utilizar con fines cosméticos desde los 18 hasta los 65 años. Sin embargo, esto no significa que debas correr al cosmetólogo justo al cumplir la mayoría de edad. Debe haber un problema que se necesite resolver. En la franja de edad de 18 a 30 años, suele ser la transpiración excesiva de axilas, manos o frente, cuando los desodorantes no son suficientes. Otro problema común es una mímica fuerte en la frente. En estos casos, no es necesario esperar hasta los 30 años, busca ayuda a tiempo.

Por cierto, en neurología, las inyecciones de bótox a veces se administran incluso a bebés de meses en casos de tortícolis o espasmos, y las dosis pueden ser mucho mayores que en la cosmética.

Mito 4: El bótox tiene muchos efectos secundarios, es mejor no inyectarlo.

Verdad: Todos los medicamentos tienen efectos secundarios. No se puede garantizar si los tendrás o no. Sin embargo, los efectos secundarios de las inyecciones de toxina botulínica realizadas por profesionales experimentados son extremadamente raros. Para minimizar los riesgos, acude únicamente a especialistas con licencia, que puedan evaluar tus características individuales y los riesgos, y que trabajen en clínicas donde el riesgo de infección es mínimo.

Mito 5: Con el tiempo, se desarrolla inmunidad a las inyecciones.

Verdad: Se sabe que el cuerpo humano se adapta a casi todo. Las inyecciones frecuentes durante varios años pueden llevar al desarrollo de anticuerpos naturales que neutralizan la acción de la toxina botulínica. Esta posibilidad existe, pero los científicos alemanes han determinado que la inmunidad completa al producto ocurre en personas que abusan de las inyecciones durante 10-15 años. Alrededor del 3% de las personas tienen inmunidad innata a la toxina botulínica tipo A, por lo que las inyecciones no funcionarán desde el principio.

En la mayoría de los casos, el uso prolongado de bótox acorta la duración de su efecto. Después de 8-9 tratamientos, la duración del efecto puede reducirse en 3 semanas o un mes. No hay datos sobre una mayor reducción del efecto.